sábado, 11 de mayo de 2013

Pantelleria: la isla negra y sus dammusi


Un pedacito de África que emerge del Mediterráneo, Pantelleria. Negro de antigua lava que el duro trabajo de los hombres ha convertido en terrazas para procurarse de qué vivir. Esto no es absurdo, ya que cuando más perdidas y solitarias son las islas, la gente más tiende a refugiarse en la tierra firme disponible para defenderse del mar que las circunda.

Cuando se llega a Pantelleria, después de haber viajado en avión o en aliscafo, provenientes de Trapani o Palermo, sorprende la áspera belleza de sus accidentadas costas de difícil acceso. Es una isla solo para los apasionados del mar; no hay muchos puntos donde tenderse a orillas del mar. Es un paraíso para quienes practican buceo o para quienes aman el mar al punto de que no importen las dificultades que presenta la isla.
 
                                                                                    Alojarse en los dammusi
Los dammusi son casas árabes, emblema de Pantelleria, formadas por uno o más paralelípedos de tierra negra lávica, pintados de blanco y con techos que terminan en una cúpula para recoger la mayor cantidad posible de agua cuando llueve, a través de canaletas, el precioso líquido es transportada a los tanques.
Estas típicas construcciones son  perfectamente atérmicas debido al espesor de los muros (más de un metro) y al particular material con que son construidas las cúpulas: una mezcla de picón (restos volcánicos que retienen la humedad), tierra y cal.



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