En el corazón del
centro histórico de Catania, después de haber atravesado las laberínticas
callejuelas de la antigua pescadería, se llega a la plaza Federico II de
Suabia. Aquí, el protagonista es el castillo Ursino, construido en 1239 por
voluntad del emperador Federico Hohenstaufen. Es propiamente un castillo de
fábula, con zanjas y puente levadizo.
Hubo una época en
que el lado sur del castillo era acariciado por el mar Jónico. Hoy la costa está
muy distante a causa de las coladas de lava que transformaron el terreno.
El castillo
parece una fortaleza indestructible, si se piensa que ha resistido a la
erupción del volcán Etna de 1669 y el terremoto de 1693.
Hoy el castillo Ursino
es sede del Museo Cívico de Catania que alberga esculturas griegas y romanas y una colección
numismática donada por los monjes benedictinos. El museo está abierto todos los
días y el ingreso es gratuito.
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