viernes, 6 de abril de 2012

Las salinas de Trapani


Desde la antigüedad, la extracción de sal marina ha representado para Trapani una fuente de riqueza. La particular conformación de la costa y las condiciones climáticas han hecho del tramo costero, que se extiende desde Trapani hasta Marsala, una enorme fábrica de sal natural.
 
En un tiempo, cuando la industria de la sal marina era, junto a la del coral, la principal actividad económica de Trapani, naves cargadas de sal partían hacia Estados Unidos, Rusia y Japón. Hoy, aunque se produzca mucha menos cantidad, vale la pena una visita a las salinas.

De lejos, se divisa un retículo inmenso de tanques en donde el agua de mar se deja evaporar lentamente, hasta dar lugar a la formación de un blanco estrato de minerales. La recolección se realiza en el mes de agosto, cuando se alcanza el punto máximo de secado. Trabajadores estacionales, con el fuerte sol estivo de la isla sobre la espalda y pico en mano, vuelven negras sus pieles por el gran reflejo que producen los cristales de sal. El trabajo, hoy, está en gran parte mecanizado, pero se recuerda, junto con el trabajo en las minas de azufre, como uno de los trabajos más duros para el hombre. 
Tan duro e ingrato era el trabajo en las salinas, que hasta no hace mucho tiempo, desde Trapani a Marsala era muy común encontrar gente joven con terribles alteraciones en los huesos del pie y de las manos, causadas por el prolongado contacto de la piel con la sal.

Crédito de la foto: lasicilia.es

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